Tu

Siempre pensé que nunca te irías. Que eras algo así como un ser inmortal. En el caso raro que mi mente se pusiera a pensar que algún día te ibas a ir, yo cambiaba de pensamiento. No quería imaginar tener que decirte adiós. Al menos, no por tanto tiempo. 

Tu sabes muy bien lo rara que era nuestra relación. A pesar que todos decían que yo era tu consentida (y vamos, puede ser que eso sea un poco cierto), yo considero que, mas que ser una relación papa consentidor – hija consentida, era algo basado en tu historia. Tu no abrias la boca para pedir algo y ese algo llegaba a ti por arte de magia, ese algo te costaba a ti o a mis abuelos conseguirlo, tu no tenias todas las cosas que me diste o compraste, tu no tenias las cosas básicas que yo si tuve, gracias a ti. Entonces, ves a lo que refiero? Simplemente me diste lo que, de chico,tu no pudiste tener. Y siempre, hasta mis últimos días, voy a agracederte infinitamente todo.
Trabajabas mucho y yo solo te veía en ciertas temporadas. En donde ponías la casa al revés. Siempre querías innovar y construir cosas para la casa. Creo que algo de lo que siempre has estado orgulloso es de tu casa. Esa por la que te rompiste el lomo por construir. Esa casa es tuya. Ahí, entre ladrillo y ladrillo, están todas tus horas sin dormir, tus guardias infinitas, tus agotadoras horas de trabajo, tus días en la carretera bajo la lluvia o el sol, tus días lejos de tu familia, lejos de tus papas, lejos de todas las personas que te querían. Lejos de mi.
Recuerdo el día que decidiste irte. Lo primero que pensé es: y ahora, que hago aquí? esta casa es él, todo absolutamente todo, es él. Desde la silla en la que estoy sentada hasta la cama donde duermo. Como diablos voy a poder vivir aquí si el que se mato trabajando tanto para esto, ya no está?
Me costó mucho asimilar la idea de tu enfermedad. No se lo dije a nadie porque pensé que era mi labor ayudarte y darte fuerzas para seguir adelante. Pero sabes qué? Tenía  mucho miedo. Miedo a que sufras, miedo a que te vayas, miedo a que te duela todo lo que iba a venir, miedo a perderte. 
Cuando me enteré, tu estabas en una sala de cirugía. El doctor dijo que tenías cancer y alguien llamó  a casa. Mi hermana contestó el teléfono y yo escuche algo de la conversación. Escuché  las palabras papá – cáncer y corrí a llorar a mi cuarto. No necesitaba escuchar más. No lo podía aceptar y lloré, pataleé y recé para que salieras de esa. Le pedí a Dios que te ayude, a entender tu enfermedad, a no sentir dolor alguno y a que te quedaras conmigo. Nos encomendé a el. 
El camino que vino fue duro. Tuve que engañarte, decirte que te ibas a poner bien, que esa porqueria estaba en etapa inicial, que tu ganarías esa batalla, que todo iba a ser como antes. Que ibas a volver a tu vida de siempre, a tu trabajo y a ver a tus amigos. Aquella fue una de las mentiras más terribles que le he dicho a alguien.   
Empecé a leer todo acerca  tu enfermedad  y cada articulo que leía, me dejaba más triste que el anterior. Estaba claro, el doctor y los artículos tenían razón. No ibas a salir de esa, esa porqueria iba a ganar. 
Pero no te lo decía. Porque no quería que dejaras de luchar. Te devolví el consejo que me diste años atrás el día que fallé en mi examen de grado. Yo lloraba sintiéndome fatal por haberte fallado, por hacerte gastar plata y hacerte perder el tiempo. Dejé de comer y me encerré en mi cuarto. Tu llamaste a casa y hablaste conmigo. Me preguntaste por qué  lloraba, que yo había perdido la batalla pero no la guerra. Que no importaba fallar, la cuestión era intentarlo. 
Bueno pues, yo había decidido que ibamos a luchar, que no nos íbamos a derrumbar. Y pasamos quimioterapias, consultas, tu mal humor, tus días que no querías comer nada, tus días malos, tus días felices, las idas y venidas del hospital, los primeros síntomas y todo. 
Seis meses en una ruleta rusa donde no sabía  que hacer para hacerte sentir bien y feliz. No niego que hubieron días que no te entendía, días en los que eras demasiado difícil, días en los que el cansancio y la incomodidad te ganaban pero los días en los que te veía reír y como antes, eran mi recompensa. 

 Lo que vino después, aún no me lo creo. Es un recuerdo borroso en mi mente. Te fuiste apagando como una velita. Y te fuiste para siempre, luchando hasta el final. 
Recuerdo haber hablado contigo por última vez mientras estabas en tu cama durmiendo. Te pedí perdón por todo lo malo que había hecho, por no decirte la verdad de tu enfermedad, por haberme ido de viaje a pesar que tu no estabas de acuerdo con la idea, por no haber sido quizá la hija emprendedora que tu hubieras querido que sea y  hasta por no darte masajes seguido. 

Te dije que tenías que irte, que tu momento había llegado, porque verte así me dolía mucho, que ya no tenias que luchar mas, que íbamos a estar bien, y que ya podías descansar. Abriste los ojos y me miraste fijamente. Jamás  me olvidaré que me miraste y quisiste hablar conmigo por ultima vez pero ya no se podía. Te dije que te quería mucho, que nunca te iba a olvidar y que todos iban a saber de ti, de lo trabajador, bueno y gracioso que fuiste. Tu eres grande y nadie se iba a olvidar de ti, jamás.

Fue muy duro decirte adiós. Siempre te lo había dicho porque siempre te ibas de viaje pero saber que esta vez ya no ibas a volver, fue muy doloroso. Poco a poco te fuiste apagando. Y con ello, la alegría, la seguridad que de siempre ibas a estar ahí para  apoyarme se fueron apagando también. 
Y así, volaste hacia el infinito y todo se nubló. 
Hasta ahora, me parece increíble todo lo que pasó. A veces te apareces en mis sueños diciéndome que eres feliz donde estás, que ya no sufres y no estás enfermo. Otras veces me preguntas por qué te fuiste tan rápido, que aún tienes muchas cosas que hacer aquí y otras, simplemente apareces pero solo me miras. 

Yo, sin embargo, te pienso siempre. Apareces en alguna canción, en alguna cara desconocida o en algún recuerdo que aparece de la nada en mi cabeza. La otra vez escuché que me llamabas y yo, volteé a verte. Mi corazón se paralizó medio segundo.

Me gusta pensar que estas aquí, que me llamas para que te recuerde, o que te apareces en mis sueños porque si. Yo hasta ahora no te he olvidado, no lo dudes. Creo que jamas lo haré. Aún me duele infinitamente tu partida y creo que será un dolor del que nunca podré sanar pero una parte de mi corazón  es feliz porque dejaste de sufrir y porque ya no vives en este mundo tan cruel, malo y lleno de personas de mal corazón.
Dudé mucho en escribirte porque aún me niego a haberte perdido pero creo hacerlo me ayudara a seguir adelante y a seguir recordandote con cariño. Quisiera que estés aquí para contarte mis planes, para que me ayudes con tus ideas innovadoras o para que me grites porque me duermo en mis laureles o porque soy una haragana y siempre quiero dormir.
Gracias por cada día que pasé contigo, por cada cosa que me dijiste o hiciste por mi y sobre todo por ser mi papá. Por apoyarme en cada idea loca a la que me metía y por quererme, así de haragana y dormilona. Espero haberte hecho sentir orgulloso con lo poco que he hice en la vida. Créeme que se que pude haber hecho muchísimo más  por ti. 
Te quiero mucho papá. Espero me visites pronto en sueños. 
Sigue volando en el infinito. Nos vemos pronto. 

Algún día desaparecerá todo este rencor que llevo dentro? 

Trato de olvidarme, de hacerme la que no me jode, la que es fresh  y ya pasó la pagina. Pero cuando se presentan situaciones como la que vivo actualmente, todo el rencor sale a pasear y me enojo, lloro y pataleo porque no debió ser así. No debí permitirlo. Debí ayudarlo más, debí hacerle ver que el era mi prioridad, que no importaba si nadie mas se preocupaba por el, que yo era suficiente,  que yo estaba ahí para el. 

No. No lo hice. 

El creía que era una carga, que era difícil. Carajo. 

No, jamás se me irá el rencor. 

Papá, perdóname. 

Vieron que dicen jamás se le debe dar tanta responsabilidad de ti a otra persona? 
Yo me re cago en eso. 

Si te vas a meter a la piscina, te metes bien o nada. 

Yo no se nadar así que hay hasta doble responsabilidad hay.

Y saben que? No interesa. Aquí se ama con todo o nada. 

Y yo amo demasiado. 

Lo mejor de todo? Me aman también y quieren ser salvavidas y patito de hule más. 

Can’t complain about 2016.

I got engaged. 

I had job and money. 

I visited many many places and met wonderful people.

I started my own life. And all the thing involved with that. 

And I fell in love. With myself. 

Yup. Nothing to complain about. 

Mira a la gente a la cara. Mira sus ojos y trata de identificar su color. Mira sus manos, sus gestos, la forma como esbozan una sonrisa. Escucha con detenimiento las voces, apréndetelas de memoria para que las puedas recordar de por vida. 
Escucha música, enchúfate audifonos a las orejas y sé feliz con la música. Canta, tararea, invéntate la letra si no sabes la canción, da igual. Escucha nuevos grupos, nuevos estilos. No te quedes con lo mismo siempre. 
Baila, baila desenfrenadamente, baila despacio o sólo mueve tus brazos. No interesa si sabes bailar o no. Sube a tu cama y créete rock star dando saltos y sintiendo la ovación del público imaginario. Imagina que gritan tu nombre y que, de alguna u otra forma, quieren ser como tú.
Come vegetales, de los verdes que son los más saludables. Come vegetales de otros colores. No importa, pero cómelos. Come comida chatarra, que no te importe si engorda o no. Igual en algun momento serás una ballena así que si no es ahora, será mañana. Prueba nuevas cosas. Dale el placer a tu boca de mezclar sabores nuevos, sabores que a las personas “normales” les daría asco. Quizá tu encuentres un placer desconocido.
Confía y entrega todo lo que puedas. Si te cagan…¡Que importa! al menos fuiste feliz por un ratito y diste todo lo que pudiste dar. No dejes que las cosas del pasado te frenen en el presente. Da y entrega todo siempre. No hay pierde.
Sal a la calle, camina, dale uso a tus piernas. Sientete bendecido por tenerlas y por poder usarlas. Anda a un parque, siéntate y observa a la gente pasar sin prestarle atención a nada que no sean ellos mismos, siente el olor del pasto, mira el cielo, prestale atención a los sonidos que escuchas y agradece de poder sentir, oler, escuchar y mirar cosas que muchas personas no pueden o, en el peor de los casos, no quieren por estar ocupados en cosas intrascendentes.
Ríe mucho, ríe con ganas. No interesa si no tienes ganas de hacerlo. No hay excusa. Sólo hazlo y verás que te sentirás mejor. Ríete de la gente absurda que existe por ahí que busca hacerte daño, enojarte o hacerte pasar un mal rato. Esa gente no existe. Son un total desperdicio humano que, en vez de hacer algo bueno con sus vidas, tratan de envolverte en su telaraña asquerosa para que tú la pases tan mal como ellos. ¿Acaso esa no es razón suficiente para reirte de ellos con ganas?
Vive tu presente, haz las cosas que quieras hacer, no las que te impongan. No te hagas viejo(a) pensando en las cosas malas que te hayan podido pasar. La vida es una mierda y por tanto las cosas malas caerán a cántaros todo el tiempo. No vale la pena que estés triste por algo que, de alguna u otra forma, pasará. 

Llora. Asegúrate de llorar bien y sólo una vez. Pásate toda una tarde llorando si quieres. Llora todo lo que quieras pero bien llorado. Luego de eso, anda al baño, lávate la cara, toma agua para rehidratarte y listo. Fin del llanto. Eso sí, jamás dejes que te vean llorar. Como dice @avendiego: “Que no te vean llorar. La guerra no se gana con autocompasión”.

Di todo lo que quieras decir pero siempre con respeto. Dí todo en el momento exacto. Si lo dices después, no vale, ya no tiene sentido. Cierra el capítulo inconcluso que tengas en tu vida, el asunto pendiente que no te deja avanzar. Ciérralo y verás cómo todo se acomoda luego. Agradece por las cosas buenas que pasaron y avanza. 

Acepta la mala vibra, los insultos, los apodos en mala onda, las críticas, las burlas y los rajes. Recuerda que todo se voltea. Recuérdalo siempre y trabaja con eso. No importa si te dicen “tal por cual”, si hablan estupideces de ti o si te joden la vida. A la mierda con la gente así. Existen muchos personas de ese tipo y debes aprender a lidiar con ellos. Algún dia se cansarán y volverán a su monótona vida.

Viaja, tómate fotos, escribe en un blog, en una servilleta, en un papel viejo. Escribe bien y respetando las reglas de ortografía, las de puntuación y las de coherencia sino no vale #grammarnazi. Cómprate un libro, huele sus hojas y sé feliz. Conoce gente nueva. Conversa más, interactúa. No te quedes en un rincón esperando que los demás se acerquen a ti. Quizás los demás están esperando que tu te les acerques. 

Sé tu y vive tu vida haciendo lo que quieres. Ama con todo, ríe con ganas y vive bien. El resto no importa. 

Lo único que importa es que tú seas feliz y que lo sepas. 

Won’t stop til it’s over, won’t stop to surrender.

Volvi. 

Volví borrando cosas pasadas.

Aventuras que fueron las mejores pero que ya pasaron.

Vuelvo porque quiero escribir las nuevas.

Esas que están esperando ser vividas.

He vuelto. 

Y espero que no me vuelvas a leer. 

8

Me gusta pensar que todos los que mueren, se encuentran en un lugar. Un lugar tranquilo y feliz. Quiero creer que son llevados a un sitio parecido en el que alguna vez fueron muy felices. Que los esperan sus familiares y amigos que ya se han ido antes y les dan un gran recibimiento. Les muestran todo y les ayudan a comprender su nueva situación. Les explican que no deben tener miedo, que sólo hay que esperar y esperar para, al final, reunirse todos de nuevo. 

Me gusta creer que todos están juntos, pasando tardes mirando el atardecer , preguntadose cosas y actualizandose con la vida. Que celebran cumpleaños y se reúnen a reírse a carcajadas de sus aventuras pasadas o de lo que pasa actualmente con los que dejaron aquí. 

Me imagino que todos ellos, al morir, pueden tener la posibilidad de saber la verdad de las cosas, obtener esas respuestas a las preguntas misteriosas desde el tipo ¿quien mató a Marilyn? o el clásico ¿por qué tuve que morir yo primero? 

Quiero creer que, de alguna forma, guían a los que dejaron y tratan de aprender todo para ayudarnos cuando nos toque ir a ese lugar bonito. 

No sé. 

Me gusta creer que mi papá esta ahí con todos y que me está esperando. 

7

Me gusta creer que sigues pendiente de mi, de nosotras. Me gusta pensar que sabes cuando estamos pasándola  mal y mandas a gente a chequear si todo anda bien por aquí. Me gusta imaginar que te apareces en sueños a la gente y les dices que vengan a vernos, que las cosas no andan bien y que necesitamos ayuda. Me gusta creer todo eso y a negar que puede ser pura y simple casualidad porque así me siento protegida, sabiendo que estas muy lejos pero aún así siempre estas aquí. Siempre presente en mi vida, en mis pensamientos diarios y aquí 💙

Mi espalda cada día esta peor. Mi pierna derecha cree que ella manda y no me deja caminar, hormiguea y se entumece. Recontra viva se cree. Mi espalda baja es una mazamorra. Me dan unos dolores que parece que me voy a quedar lisiada sooner or later. Lumbalgia, ciática y hernia discal suenan fuerte. Tengo miedo de ir al doctor. Si sigo así, tendré que ir así no quiera. Bu. 

Empezó el dolor. Después de estar todo el día parada, el dolor no perdona. El dolor es bien odioso.

De dolor en dolor ando. Esta vez si es fuerte. Esta vez si tengo miedo. 

6

Estos días han estado ocupados.
Má se cayó de las escaleras, se hizo una mega herida en la cabeza. Corrimos al hospital. Tomografias y rayos X de por medio, indicaron que todo bien. Nada ni nadie me quita hasta ahora el sonido de la caída ni la forma como la encontré. Nadie ni nada.

Un fantasma me asustó cuando caminaba por los pasillos oscuros y vacíos de la clínica a las 3 de la mañana. Hacia mucho que no corría de esa manera. Hacia mucho que no apretaba tanto el botón del ascensor para que venga a salvarme.

Soñé con él. No sé por que suele aparecer de cuando en cuando. Me deja pensando en tiempos pasados, cuando no tenía preocupaciones ni problemas. Te odio. Fue lindo verte.

Soñé con él también. Aún tengo su olor pegado en el cerebro, el tono de su voz y su forma de hablar. Todo sigue ahí, él no se quiere ir. Al menos, no de mi cerebro. Me fui a la misma mierda. Te odio. Fue lindo verte también. At least it’s something.

Te extraño y no puedo hacer nada. Bacán.

5

Hoy es 14 de febrero. Todo el mundo está con la onda del amor, la amistad y demás estupideces. Regalando cosas, planeando sorpresas, siendo estúpidos.
Yo sólo pienso que todos los 14 serán especiales. Un día 14 fue el día que elegiste para irte.
Tu elegiste ese día para viajar lejos. Probablemente a un lugar mejor. O así dicen.
Ningún 14 es el mismo desde ese día. Ni será el mismo jamás.
14. El catorce.Mi número favorito desde que era una chibola pava.
Ya no es mi número favorito. Ya no.